El tráfico de automóviles en Nueva York, al menos en Manhattan, no es nada terrible. Al contrario, se desplazaba muy organizado, todos los autos respetando las luces de tráfico y no vimos a nadie cometiendo locuras. Uno que otro turista perdido tratando de doblar después que había pasado la intersección, pero eso pasa en todas partes y es parte del manejar…